Tener una relación de pareja no es tan sencillo como puede parecer, o no podemos tomarlo a la ligera, porque implica compartir nuestra intimidad con alguien más, alguien con una formación familiar, valores, pensamientos, estilo de vida y en ocasiones hasta cultura totalmente diferente a la nuestra.
Para ejercer una carrera, las personas vamos a la universidad, para iniciar un emprendimiento o viajar de un país a otro hacemos una investigación, de ese modo nos vamos preparando en las diferentes actividades que queremos realizar en nuestras vidas. Pero al buscar a alguien con quien iniciar una relación no solemos poner el mismo empeño y cuidado.
En mi experiencia como mujer y como psicoterapeuta he podido descubrir seis puntos clave para conseguir y mantener esa relación que tanto anhelas:
- Trabaja tu persona
Una relación no funciona por arte de magia, y tu estabilidad emocional influye mucho en el tipo de relación que construyes, aunque no lo creas, de ti depende el primer cincuenta por ciento para que logres una relación saludable. Actualmente está de moda hablar de parejas tóxicas, de forma chistosa o mostrando orgullo por ser el tóxico o la tóxica, pero solo los que están en este tipo de relación saben lo que eso conlleva. Jamás podrás aportar algo bonito o sanidad a tu relación de pareja si estas dañado/a, por eso debes invertir tiempo en esos detalles que no están bien en ti, como, por ejemplo: inseguridad, celos enfermizos, dependencia extrema, entre otras cosas. En sí cualquiera puede tener una relación de pareja, pero que haya libertad, confianza, respeto, comunicación, limites, eso es otra cosa y solo se puede conseguir cuando eres una persona que sabe identificar y manejar tus emociones y ofrecer lo mejor de ti a la otra persona.
2. Pon claridad en lo que busca de una relación
Cuando comiences a relacionarte con alguien será saludable tener claro que busca cada uno en esa relación, es posible que uno quiere pasar el tiempo y el otro una relación seria, por eso la sinceridad debe estar presente al inicio de toda relación y no estar con una persona esperando un cambio de conducta que es muy probable que no llegue en ningún momento.
3. Evita idealizar a la otra persona
Esto se logra observando a las personas como realmente son y no como quisiéramos que fueran. En ocasiones esperamos que nuestra pareja se comporte de un modo determinado, ignorando que la persona está habituada a otro tipo de comportamiento y que los cambios no se producen por arte de magia o por puro deseo, ser realista te evitará desilusiones.
4. Las personas cambian cuando deciden cambiar
Esto se ve muy frecuentemente, personas que se involucran con otras teniendo como meta cambiarlo/a, “el cambiará con el tiempo”, “cuando nos casemos será todo diferente”, “ella será más responsable cuando tengamos hijos”, etc., no te engañes, si inicias una relación de esa forma jamás te sentirás pleno o feliz.
5. Conversar sobre los proyectos de vida
Es importante tener ideas claras de lo que deseamos lograr tanto de forma particular, como con la persona que nos estamos relacionando desde el inicio de dicha relación y no dejarnos llevar de la etapa del enamoramiento. Es bueno conversar sobre los planes futuros en los diferentes aspectos de la vida, incluyendo el tema económico. A muchas parejas les resulta difícil hablar acerca del dinero y sobre cómo usarlo, sin embargo, hablar sobre este tema ayuda bastante en la relación, sobre todo saber que piensa cada uno sobre el dinero, cómo se relaciona con él y cómo se manejaría la economía si llegaran al matrimonio.
6. La comunicación sexual
Es la forma como la pareja se relaciona en el sexo, la opinión que tienen de él, que tan importante es el sexo para cada uno, que prácticas permiten en el acto sexual. Sobre este punto podría parecer exagerada la preocupación, sin embargo, son innumerables los inconvenientes que se evitarían las parejas si hablaran sobre su sexualidad antes de tener una relación formal. En mi labor como terapeuta sexual, he tenido la oportunidad de ver una amplia cantidad de parejas en las que sus principales problemas surgen por el tema sexual, “no me besas lo suficiente”, “vas a la penetración sin que yo esté preparada”, “odio el sexo oral”, “crees que el sexo es solo para procrear”, “tener sexo con él/ella es como si fuera con una pared”, etc., este un tema del cual se debe hablar, pues el sexo debe ser para unir a la pareja no para separarla.
La relación de pareja perfecta no existe, pero conocerte, saber poner límites, estar claros en lo que queremos o no en nuestra vida, y entender el compromiso que conlleva una relación de pareja, hace la diferencia.
Ana Luisa Vásquez Hernández
Psicóloga/sexóloga
